
Desde el momento en que Andrea bajó del autobús en México, dejando atrás las amenazas de la violencia de las bandas en Honduras, supo que su vida tendría que empezar de nuevo. En su país, había sido una ingeniera muy preparada, respetada por sus habilidades y contribuciones laborales. En México, sin embargo, era difícil abrir puertas. Siguió un difícil proceso de muchos meses para conseguir la convalidación de las credenciales hondureñas, de modo que finalmente fue reconocida como ingeniera profesional en México.
Cuando solicitaba trabajo, los empresarios se fijaban más en su condición de inmigrante que en que tuviera carné de residente permanente. Muchas empresas rechazaron sus solicitudes de empleo profesional por xenofobia. En lugar de planificar instalaciones complejas o supervisar diseños críticos, que antes le encantaba hacer, se encontró trabajando de camarera y haciendo cualquier cosa para llegar a fin de mes mientras llamaba a las puertas.
Aunque esta nueva realidad era frustrante, Andrea se negó a que la definiera lo que los demás pensaran de ella. En lugar de esperar a que alguien le diera una oportunidad, decidió creársela ella misma. Puso en marcha su propio negocio de consultoría de ingeniería. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que crear una empresa de éxito requería algo más que talento y determinación. Necesitaba los conocimientos, el apoyo y las herramientas financieras adecuadas para hacer realidad su visión.
IDEAS es una organización internacional que ofrece formación y apoyo a inmigrantes de América Latina. Las lecciones con la formación de IDEAS le abrieron los ojos y fueron prácticas, exactamente lo que necesitaba para darle la confianza necesaria para continuar en su camino de crear su propia empresa. IDEAS ofreció algo más que horas de clase. Los miembros del equipo visitaron a Andrea en persona, ayudándola a convertir los conceptos financieros en estrategias prácticas. Le mostraron cómo racionalizar las operaciones, fijar objetivos y gestionar el aspecto financiero de la dirección de una empresa, pasos importantes hacia el crecimiento y la estabilidad que ella luchaba por conseguir.

Aunque sus habilidades empresariales mejoraron, Andrea se enfrentó a otro obstáculo importante: gestionar sus finanzas totalmente en efectivo limitaba su credibilidad profesional y creaba riesgos innecesarios. La inclusión financiera es una oferta clave de IDEAS. Este programa la guió a través del proceso de apertura de tres tipos diferentes de cuentas financieras. Primero abrió una cuenta bancaria básica con una tarjeta de débito VISA, que le permitía recibir fondos de sus clientes y pagar a sus proveedores.
Cuando ese banco dudó en prestarle dinero, IDEAS la presentó a una cooperativa de crédito nacional que acoge a inmigrantes. Al abrir allí una cuenta de ahorros y demostrar su capacidad para ahorrar y devolver un pequeño préstamo personal, se ganó la confianza suficiente para acceder a varios préstamos empresariales que la ayudaron a invertir en nuevos proyectos. Por último, IDEAS la ayudó a abrir una tarjeta de crédito en una institución que acogía a inmigrantes. Aprendió a utilizarla con moderación y a pagarla puntualmente, asegurándose de que nunca se vería atrapada por los altos tipos de interés. Armada con estas herramientas financieras, Andrea consiguió la flexibilidad y los recursos que necesitaba su negocio de consultoría.
Los resultados fueron notables. A medida que el negocio de Andrea maduraba, su experiencia empezó a brillar. Empezó a atraer a clientes más grandes que la respetaban como ingeniera y solucionadora de problemas que era. Una empresa importante incluso le ofreció un puesto a tiempo completo con beneficios, un momento de validación que podría haber tentado a otros. Pero Andrea había descubierto algo más valioso que la seguridad. Había encontrado la libertad y la satisfacción de dirigir su propia carrera. Decidió seguir siendo asesora, montar una oficina adecuada y contratar a una ayudante que se ocupara del papeleo para poder centrarse en el trabajo cualificado que amaba. Cada nuevo contrato ampliaba sus capacidades y su prestigio profesional, y con cada éxito aumentaba su confianza.
La historia de Andrea es una de las muchas que señalan el poder de la oportunidad. Con la formación, orientación e inclusión financiera adecuadas, pasó de ser una trabajadora inmigrante ignorada a una respetada profesional independiente. Superó las barreras con la ayuda de IDEAS y de otras organizaciones comprometidas a ayudar a los inmigrantes a crear un negocio próspero en México, transformando no sólo su vida, sino también la de los que más le importan.
A menudo nos resulta fácil dar por sentados los servicios básicos y las herramientas financieras, sobre todo si nunca hemos carecido de acceso a ellos. Sin embargo, para Andrea, conseguir estas herramientas no estaba nada garantizado. También tuvo que enfrentarse a los retos de trabajar como mujer en una profesión con mayoría de hombres, por no hablar de dirigir su propio negocio. Muchos de nosotros podemos identificarnos con algún aspecto del viaje de Andrea: su lucha por ser reconocida por su talento, por trabajar en cosas que le importaban, su deseo de independencia económica y su deseo de apoyar a las personas a las que quiere, que están luchando.
Cuando Andrea empezó a enviar dinero a Honduras, ayudó a su familia a pagar las necesidades del hogar y a financiar la educación universitaria de sus hermanos. Cuando su hermana, recién licenciada, expresó su deseo de reunirse con ella en México, Andrea comprendió la importancia de ese momento: su hermana no tenía por qué pasar por las mismas dificultades. Ahora tenía los conocimientos y la experiencia para apoyarla y, si todo iba bien, quizá su hermana podría incluso unirse a ella y ayudarla a hacer crecer el negocio de consultoría.

Participa en el cambio
En IDEAS, nos comprometemos a capacitar a más familias como la de Andrea para que superen las barreras y alcancen sus sueños.
Tu apoyo hace posible historias como la de Andrea. Únete a nosotros para transformar vidas, empresa a empresa.